La estrella de Emilio Pérez Touriño al frente de los socialistas gallegos, al igual que la de Rodríguez Zapatero es cada vez más menguante. A pesar de que ganó autoridad tras subir cuatro escaños "sin hacer nada", destacados militantes y cargos institucionales están más cabreados con su gestión. La causa, el entorno. Lola Villarino e Ismael Rego son sus asesores áulicos y sólo hace lo que estos le dicen. Según sostienen, el "entorno" defiende sus "intereses personales" y no los del partido. Pero nadie levantará la bandera, de momento. Crear un sindicato de cabreados liderado por Carlos Príncipe, es salir de Guatemala y meterse en "guatepeor".