uan Luis Cebrián, hijo de un alto cargo de la Prensa del Movimiento, el falangista Vicente Cebrián, y director de los Servicios Informativos de RTVE en 1974 a los 30 años, escribió en enero de 1977 en El País un artículo en el que condenaba todo recuerdo de todos los muertos de la guerra. Unos años después, se ha convertido en ideólogo de la memoria histórica.
Extraigo unos párrafos del artículo, titulado El final de una guerra y publicado el 9 de enero de 1977.
Las víctimas en las guerras civiles no se deben exaltar por ninguno de los dos bandos, ni mucho menos por el victorioso, en menosprecio de quienes fueron derrotados. Lo contrario equivale a perpetuar el espíritu del fraticidio.
(...) Yo no voy a terciar en esa polémica cruel sobre quién asesinó más en aquellos años. Se asesinó y basta. Y no nos duelen a los españoles de hoy más los crímenes de un bando que los de otro.
(...) Hasta hace sólo un par de años los medios de comunicación oficial han machacado sobre nuestras cabezas la única realidad tangible: que el Poder de Franco también se basaba en el derecho de conquista y no era otro que el del vencedor de una contienda que acabó siendo permanente [Bien lo sabía él, que fue fue director de los servicios informativos de RTVE y redactor-jefe en el falangista Arriba].
(...) Cada vez que el Rey o el Gobierno dan un paso hacia la reconciliación deseada hay alguien que saca Paracuellos, Guernica, las tapias del cementerio del Este, Grimau, Carrero, la calle del Correo, Montejurra...
(...) sólo sobre la superación del pasado, de todos los pasados es pensable construir el presente
(...) Es imposible construir una democracia pacífica basada en el rencor la revancha o la prepotencia.
(...) Sólo con un total olvido objetivo de los temas que nos dividieron sangrientamente podrán los españoles construir su nueva paz civil. No se trata de reparar hipotéticos errores de la justicia, sino de ejercitar el mutuo perdón humano.
Hoy toca enterrar definitivamente nuestras diferencias.
JAJAJAJAJAJJAJAJA