Oscar, empezaré con un esquema de la historia constitucional española:
Constituciones españolas:
Antecedente: Estatuto de Bayona de 1808:
Liberalismo imperfecto, católica
1ª Constitución de Cádiz de 1812
Liberalismo, abolida en 1814 absolutismo, proclamada de nuevo en 1820 liberal, católica
2ª Estatuto Real de 1834, conservador, acabó con el absolutismo, desamortización de Mendizábal
3ª Constitución de 1837, progresista, tolerancia religiosa.
4ª Constitución de 1845, conservadora, confesionalidad católica
5ª Constitución de 1856 aprobada, no promulgada, progresista, tolerancia religiosa. En 1957 se restablece la C. de1945
6ª Constitución de 1869 progresista, libertad de culto.
7ª Constitución de 1873 1ª Republica, no llegó a aprobarse, laicismo
8ª Constitución de 1876 alternancia de partidos, cierta tolerancia religiosa.
9ª Dictadura de Primo de Rivera (1923- 1930)
10ª Constitución de 1931 2ª Republica, liberal, laicismo con duros ataques a la Iglesia.
11ª Dictadura de Franco (1939-1675)
12ª Constitución de 1978 la vigente, del consenso, separación Iglesia-Estado, tolerante, definidora de derechos fundamentales, monarquía constitucional modelo europeo.
En el Siglo XIX, tres guerras civiles carlistas
Me ha salido algo largo el esquema, pero más resumido imposible.
Me sirve de introducción, aunque estoy seguro de que tú esto te lo conoces, para poner en evidencia la escabrosa vida política española de los últimos dos siglos. La característica común y general de estas constituciones, si así se le puede llamar a alguna, es que invariablemente se promulgaban por una de las dos españas contra la otra, alternando progresistas y conservadores, en coincidencia casi exacta con la alternancia de anticlericalismo con exaltación religiosa. (La famosa frase de que los españoles siempre corremos con los curas, unas veces delante y otras detrás).
Pues bien, la de 1978, hoy vigente es la primera en la Historia que acoge a todas las fuerzas políticas y establece una separación Iglesia-Estado aceptada por la Iglesia y el resto de los sectores. Prueba de que esto ha resultado ser así es que ya tiene 29 años y ha permitido gobernar a todos los partidos en relativa buena armonía.
Es ahora, con el gobierno de ZP cuando se rompe, o se intenta subrepticiamente romper, con ese consenso histórico para lo que se aducen y se inculcan argumentos artificiales como los que tú expones en la primera parte de tu post. De estos argumentos el más curioso es el de que el consenso se puede resumir en: más vale pájaro en mano que ciento volando.
De aceptar este argumento como valido habría que concluir que la izquierda española actuó hipócritamente en 1978 en espera de mejor circunstancia para imponer su propia constitución, esta vez, de nuevo, de una España contra la otra. Lo que llevaría de nuevo a las inevitables y variadas formas de confrontación entre españoles.
Cualquier intento de confrontar a las dos españas (hoy se le dado en llamar crispación, tan aficionados como estamos a los eufemismos) nos hace regresar a un pasado que todos criamos superado.
Necesita reformas, pues claro, pero las que no sean por consenso, malo.
Ya sabes que yo también soy partidario de la segunda vuelta cuando se trata de elegir mandatario (alcaldes, presidentes autonómicos, del gobierno etc.), Claro que en la segunda vuelta puede ganar el perdedor de la primera, de lo contrario no haría falta. Con tu segundo párrafo estoy de acuerdo y envidio a los franceses en eso. Hay más reformas que hacer, por ejemplo, independizar el ejecutivo del legislativo, más democracia en la elección de los jueces y órganos de control, Más, mucha más, democracia interna en los partidos a los que hay que restarles poder, etc, etc, etc, etc. Pero lo fundamental viendo nuestra historia de los últimos siglos, es el consenso.
De tu segundo post, ¡que prolífico eres!, muy de acuerdo, pero dejémonos ya de aritméticas electorales. Veamos lo global, ni los conservadores ni los progresistas hacen aguas. Los dos supervivirán. Hoy bajan en Galicia los mismos que suben en Madrid. Pasaran unos por periodos bajos y otros por periodos altos, pero se turnarán como siempre, por las buenas (constitución de 1978) o por las malas (resto de constituciones y dictaduras, cuatro guerras civiles incluidas). Los platos que rompan los pagaremos todos.
Lo del PRI no es muy comparable porque era una maquina electoral que consiguió arrinconar a los demás. Lo intentaron, o lo soñaron, sin éxito, casi todos los presidentes que hemos tenido. Ahora lo sueña Pepino Blanco.
No te quejaras del mamotreto que te acabo de preparar. Aunque tengamos ideas políticas distantes, me gusta debatir contiguo, al menos lo hacemos educadamente.