Hay que saber bien a quien se vota en estas elecciones
SOBRE TODO LAS MUJERES HAN DE PENSAR MUY BIEN LO QUE VOTAN Y A QUIEN VOTAN
Los rasgos de personalidad, tales como sensibilidad, comprensión de los problemas de los ciudadanos e interés por el desarrollo y bienestar de los demás, son los que deben predominar entre los políticos que elijamos, ya que, entre otras razones, son un determinante natural de cercanía al ciudadano y para la política y legislatura que disfrutemos o padezcamos. De lo contrario estaremos eligiendo controladores más que representantes, burócratas y personal directivo, personajes que evitarían la relación con el pueblo con la excusa de dedicarse a la gestión, control y optimización de recursos. Sin embargo, también, en la mayoría de los casos, esto es mentira y lo único que hacen es aprovecharse de los que tienen alrededor, entre otras cosas por su falta de preparación en todas las facetas de la vida, para figurar ante los responsables inmediatos.
En estas elecciones, con esta teoría, y como dice una buena amiga mía : En estas condiciones, la relación de gestión, control y optimización puede fácilmente pervertirse hacia conductas de acoso, por cuanto los burócratas directivos, los pelotas inservibles y muy poco formados, cosifican la relación político-ciudadano cuando me refiero a políticos, me refiero a cualquiera, cargo electo o de confianza-, y pueden interpretar, sobre todo cuando hacen teatro ante su inmediato superior, algunas actividades de cercanía a los ciudadanos por parte de sus subordinados -cargos de confianza a su cargo-, como un reto o amenaza contra su poder institucional.
Sobre todo las mujeres han de pensar muy bien lo que votan, porque en todos los partidos hay elemento con características que coinciden con la que nos comentaba González de Rivera al describir AL ACOSADOR INSTITUCIONAL como mediocridad inoperante activa", un trastorno de la personalidad caracterizado por exacerbación de tendencias repetitivas e imitativas, apropiación de los signos externos de la creatividad y el mérito, ansia de notoriedad que puede llegar hasta la impostura, y, sobre todo, intensa envidia hacia la excelencia ajena, que procura destruir por todos los medios a su alcance.
Las maniobras principales que el mediocre inoperante activo utiliza para el acoso psicológico de su víctima son las siguientes:
a) Someterle a acusaciones o insinuaciones malévolas, sin permitirle defenderse o expresarse.
b) Aislarle de sus compañeros, privarle de información; interrumpir o bloquear sus líneas de comunicación.
c) Desconsiderar e invalidar su trabajo, distorsionar o tergiversar sus actividades y comentarios, atribuirle motivaciones espúreas o vergonzantes.
d) Desacreditar su rendimiento, dificultar el ejercicio de sus funciones, ocultar sus logros y éxitos, exagerar y difundir, fuera de contexto, todos sus fallos, tanto reales como aparentes.
e) Comprometer su salud, física y psíquica, mediante una constante presión estresante que favorece las alteraciones depresivas, psicosomáticas, y actos de huida que pueden llegar hasta la renuncia brusca al puesto laboral o al suicidio.