Gracias Oscar por tu apoyo, pero, repito, no prefiero al PP ni a ningún otro en concreto. Acabaré confesándote todo mi pensamiento político pero no me importa, allá va:
No milito en ningún partido precisamente porque me niego a tener que estar siempre de acuerdo por disciplina. La disciplina nunca ha sido mi fuerte. En el momento actual he votado PP porque aquí en Madrid han dado un empujón a esta ciudad y autonomía muy grande y, a juzgar por las históricas mayorías alcanzadas, no debo de ser el único que lo piensa. Aunque también es cierto que ha influido mucho que los dos cabezas de lista del PP son dos fuera de serie y los dos del Psoe, puestos por ZP, son dos mediocres e incompetentes.
Gracias por defenderme también de los que me amenazan de muerte que, aunque tu no los hayas leído habelos hailos. Ejemplo: Jesús, que lle van partir as pernas aos do psdg e se te collen a ti no medio tamén. E porque non milito eu no BNG que senón íamos facer contigo chourizos.
Marcho que teño presa, teño agora unha misa negra. firma xxx
Ya ves, de todo hay.
Sobre que dos perdedores sumados pueden ser ganadores, de acuerdo con que es legal pero a ni no me parece muy democrático. He leído una frase hace poco que dice En nuestro país, quien gana no necesariamente gobierna y puede suceder que quien gana pierde. Canovas del Castillo dijo: No hay más alianzas que las que trazan los intereses. Es lo que estamos viendo hoy.
La cohabitación que funciono bien en Francia, como tú dices y yo comparto, no es posible en España porque aquí el ejecutivo emana del legislativo que a su vez depende del partido ganador. El legislativo nombra también a los que rigen el poder judicial. Por todo, la división de poderes es muy precaria. Vivimos lo más parecido a una partitocracia. Como ves, no coincido en esto para nada con el PP que está encantado con nuestra Constitución y nuestro sistema electoral salvo lo de que gobierne el partido más votado. Tu partido y yo coincidimos en que hay que cambiar la Constitución aunque por razones distintas.
Menudo royo, perdona, son temas muy extensos y la simplificación para adaptarse al espacio resulta vulgar.