Por Galicia Confidencial | Galicia | 30/10/2008 | Actualizada ás 18:28
Fabiola Sotelo, directora general de Acción Exterior de la Xunta gallega, ha superado al mismísimo Touriño en su afición por malgastar el dinero público. Parte de su estilo, revestido de una aparente frenesí laboral, implica comidas en lujosos restaurantes y la acumulación de asesores a sueldo. Y todo en aras de la solidaridad internacional.
La señora Fabiola Sotelo no llega a todo, por ello cuenta con tres eventuales: una jefa de gabinete y dos jefes de área económico y jurídico-administrativa. Los tres tienen como objetivo promover la creación de una Agencia de Cooperación Exterior para que la señora la presida. Lograría así puentear el control sobre los gastos.
Y como le gusta la buena mesa, la directora se ha aficionado a las comidas de trabajo con su equipo de confianza. El exclusivo restaurante Casa Marcelo es la sede habitual.
No es la primera vez que la secretaria general se enfrenta a las críticas por su afición al gasto del dinero público. El anterior Secretario General de Relaciones Exteriores le echó en cara su actitud, pero Touriño reaccionó apoyando a Sotelo. Finalmente lograron presionar a un personaje decente, una verdadera "rara avis" a la vista de lo que está aflorando de los sótanos de la Xunta, para que dimitiera.
LOS DETALLES DEL ENTUERTO
Lo que se cuenta en los pasillos, a veces a media voz y a veces a gritos, es que el ala que ocupa la Directora, su personal de confianza y la Subdirectora, se ha redecorado y que la ínclita Fabiola ha aprovechado los retoques para ampliar su espacio, recluyendo en un rincón a bolseiros y asistencias técnicas.
El anterior Secretario Xeral, del que teóricamente dependía Fabiola Sotelo, se manifestó escandalizado con los gastos. En repetidas ocasiones manifestó que le parecía escandaloso el nivel de gastos que se realizaban en la Dirección y en concreto el uso desenfrenado de hoteles de lujo, restaurantes de postín -sobre todo el "Marcelo"- y las invitaciones injustificadas a personajes de medio pelo.
Que se hubiera "diseñado" a medida el puesto de Subdirectora, para meter en él a una amiga de Fabiola, que aúna la condición de docente en un instituto, con el de presidenta del Ateneo y el de prominente cabecilla del PSOE en Pontevedra, le parecía arriesgado.
Protestó, sin mucho éxito y llegó a hablar personalmente del tema con Touriño, quien le dio a entender que respaldaba a Fabiola, amiga suya y compañera en la Fundación "Iniciativas 21".
El hombre no conseguía, ni siquiera, que Fabiola asistiera a los Consejos de Dirección y se fue quemando poco a poco. Tanto que terminó tirando la toalla. Y como se dice desde hace años: "el muerto el hoyo y el vivo al bollo". Via Reportero Digital
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