Por Telmo Martín | Pontevedra | 23/07/2010
Es más del doble de lo que este año destina el presupuesto a inversiones (4,9 M€). Permitiría financiar, por ejemplo, 1 km de metro ligero, se podrían hacer 4 parkings, dotar de saneamiento a 6.000 pontevedreses o mejorar 40 km de pistas del rural. En conclusión, gastar el dinero bien que es la primera obligación de un político.
Tanto descontrol del gasto y opacidad económica tiene consecuencias. Según la organización Transparencia Internacional (www.transparencia.org.es), que mide el nivel de transparencia de países y ciudades teniendo en cuenta 80 indicadores, el Concello de Pontevedra ha retrocedido 29 puestos en un solo año. En el 2009 ocupaba el puesto 49 de 110 ciudades españolas, que ya era un mal lugar. Pero este año ha retrocedido al puesto 78. El aspecto que peor valora el estudio son las contrataciones y servicios. Por tanto de lo que hablamos ayer, de contratos verbales que incumplen los procedimientos propios de una administración pública.
Desgraciadamente no es la primera vez que Pontevedra queda muy mal parada en una comparativa entre ciudades. Metro ciudad, un estudio que mide los niveles de bienestar y oportunidades de 100 ciudades, ya ha evidenciado nuestras carencias en las 2 ocasiones que se ha realizado. Mientras tanto, el gobierno sigue utilizando toda su estrategia propagandista para amplificar algún premio menor que, en el mejor de los casos, mide aspectos muy parciales y que se consigue no después de evaluaciones rigurosas, sino a través de figuras intermedias a las que Lores se encarga de “mimar”.
Pero hablaremos del tema a partir del 6 de septiembre. Hasta entonces voy a interrumpir los comentarios del blog. Como en años anteriores, necesitáis descansar de mí unos días, que a final de curso ya me pongo un poco coñazo y necesito coger distancia para recuperar objetividad. Os deseo a todos un buen verano, nos espera un curso político apasionante.