Corre mirando adelante, soportando el frío y sin hacer caso al agobio de los brazos de los nerviosos competidores. Lleva mucha ventaja en esto del aguante; ni el frío es como aquél cuchillo afilado del Estrecho ni el pelotón de juniors ávidos de triunfo pueden hacerle temblar como los albergues, las redadas, la policía..