No se ruborizó, lo hizo delante de sus compañeros de partido que siguen formando parte de ese gobierno y que, con su voto, dan luz verde a esas actuaciones todos los días. Por fuerza, tuvieron que sonrojarse al escucharle. Pero para sonrojo el de Lores…
Louro llegó de A Coruña para señalar que no solo hay que pensar “en clave de aceras”. Creo que quiso poner las cosas claras y no hizo más que darnos la razón a lo que venimos diciendo desde 2006. ¿Por qué lo ha hecho? Porque es consciente de que el gobierno de Pontevedra carece de proyecto, está agotado en términos políticos y a estas alturas su único objetivo es mantenerse en el poder. A Louro no le interesa compartir ideas y proyecto con políticos que llevan más de 20 años como concejales. Necesita transmitir renovación, pero el problema es que él tampoco puede representar esa renovación.
Poco tardó Lores en recordarle a Louro que había formado parte de su gobierno y era corresponsable de las políticas y decisiones. En los próximos meses, socialistas y nacionalistas se atreverán a decirse en público lo que en realidad manifiestan en privado. Intentarán desmarcarse de políticas sectarias e ineficaces a ver si la memoria del votante es débil. Unos lo harán con declaraciones y otros intentando maquillar su gestión con proyectos como el de A Illa das Esculturas o los planes de esto o lo otro. Pero los pontevedreses no se van a dejar engañar y a estas alturas ya saben lo que quieren: UN CAMBIO.