Querida selva, vuelcas tus obsesiones, que si no soy nada, y te montas una película particular con lo que tu consideras que es ser algo o ser nada, y que me recuerda a esas telenovelas que se producen en sudamérica sobre señoras de alta cuna y criadas. Lo lamento, estoy convencido de que sabes que no miento y lo que te duele es que salga a la luz una verdad que no quieres ver. Y para decir la verdad, no hace falta escribir con nombre y apellidos, cuando crea conveniente, publicaré lo que te voy a contar en letra impresa, que aunque no lo creas, no tendría difícil publicar lo que me interese en letra impresa. Esto no deja de ser un blog, y si tu decides emplear tu nombre y apellidos, yo no, lo que no significa que haya mentido.
Todo el mundo con una cierta formación conoce en La Coruña quienes eran los de la Lejía, e insisto en que los recuerdes en el amor fraterno que les tienes, pero como personajes públicos, son indefendibles porque delinquían, y si no se hacen monumentos a ladrones, a asesinos o a cualquiera que vaya en contra de lo dispuesto en la Ley, no tiene ningún sentido hacerlo con los hermanos de la Lejía, que tampoco cumplían con la Ley. La verdad sólo tiene un camino, y si dices que no vas a volver a abrir el blog es porque no te gusta la verdad.
Mira lo que dice el periódico El Compostelano correspondiente al 29 de marzo de 1935:
"Manifestó el gobernador civil que por investigaciones de la Benemérita se supo que en la mañana de ayer se habían reunido determinadas personas haciendo ejercicios de formación que entonaron cánticos subversivos y algunos de ellos vestidos con camisa roja; las fuerzas de Asalto detuvieron a cuarenta y dos individuos. Y como no estoy dispuesto a permitir mientras esté al frente de la provincia la menor siembra revolucionaria, he acordado el pase a la cárcel con imposición de multa de 250 pesetas a los vestidos de rojo y que son Bébel, France García, José Escull, Genaro Iglesias, Adolfo Miró, Francisco Santalla, Manuel López, Antonio Carballo, Antonio Vázquez, por considerarles incursos en actos contra el orden público definidos en los artículos segundo y tercero de la vigente ley de orden público; los demás no vestidos con camisas rojas serán sancionados con arreglo a los antecedentes de cada uno de ellos".
¿Defendían los de la Lejía a la República, o en realidad conspiraban contra ella para implantar una república popular y socialista, un estado totalitario?
Te dejo también lo que cuenta el periódico El siglo Futuro correspondiente al 8 de febrero de 1936:
"DETENCIÓN DE SOSPECHOSOS EN LA CARRETERA DE LA CORUÑA.
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 7.- La pareja de Seguridad, de servicio en el cruce de la carretera de La Coruña a Rua de San Pedro, dio el alto a un coche de turismo que le pareció sospechoso. Los guardias, al cachear a los ocupantes, ocuparon a uno de ellos llamado France García García de veinte años, natural de Ribadeo (Lugo) y domiciliado en La Coruña, una pistola sin número de fabricación, un cargador y once cápsulas en el bolsillo.
Cuando eran conducidos a la comisaría, France se arrojó sobre uno de los guardias, a la vez que gritaba: "a ellos". Los demás no secundaron su actitud y fueron todos reducidos por la Guardia Civil, que tomó las medidas oportunas.
En la Comisaría se repitió el registro minuciosamente, y se ocuparon dos pistolas más a los otros detenidos, José García García, de veintiticuatro años, chófer, natural de Ribadeo, y domiciliado en La Coruña, y Enrique Miguel Moscoso, de veintisiete años, natural de La Coruña y domiciliado de Vioño. Según declararon habían llegado ayer a Santiago para hacer propaganda electoral y se habían entrevistado con algunas personas del frente republicano de izquierdas. Parece que los detenidos pertenecen al Partido Socialista de La Coruña".